Crónicas de un hombre serio / Anecdotario
El misterio del Santo del Codorníuagosto 2022
Hubo un tiempo prepandémico en que junto a los contenedores de basura del barrio comenzaron a proliferar las maletas. Alguna era vieja, con pinta de haber cubierto su cupo de viajes, pero la gran mayoría estaban en buen uso. Su presencia se hizo cotidiana, aunque nunca vimos a nadie en el momento de deshacerse de alguna de ellas.
En casa llegamos a la conclusión de que la hipótesis más probable era que fueran el resultado de hurtos realizados en la cercana estación “provisional” de autobuses (una provisionalidad que duró un par de décadas). La desaparición de las maletas cuando se puso en marcha la nueva estación, en otro barrio de la ciudad, confirmó que la hipótesis no era descabellada. Nunca hubo confirmación oficial: el misterio de las maletas ha quedado para la historia.
Sin quitar mérito a las maletas, el nuevo objeto depositado recientemente junto al contenedor de la esquina puede abrir un ciclo todavía más novelesco: tenemos sobre la acera una estatua misteriosa. A pesar de haber sido educado en el nacionalcatolicismo más recalcitrante, no estoy suficientemente versado en la iconografía religiosa como para identificar al Santo representado en la estatua. Por otro lado, salvo guion de serie mafiosa, es poco probable que haya sido robada; tampoco parece lógico que si alguien desmonta un templo deseche una estatua junto a un contenedor de basura; además, no hay ningún espacio religioso cercano (había uno, pero de una confesión poco dada a las imágenes).
Otra posibilidad es que sea propiedad de un particular que esté haciendo reformas o, cuando menos, cambiando la decoración de algún espacio doméstico o comercial. ¿Puede ser una pista el cartel anunciador de Codorníu ubicado a la diestra del Santo? No puedo imaginar que ambos objetos procedan del decorado del mismo espacio. O sí. Durante un tiempo, hubo cerca un establecimiento en el que, según la publicidad de su fachada, se practicaban actividades como el cruising. Habrá que estar expectantes, cual Vieja'l visillo, a ver si aparecen nuevos indicios que permitan desentrañar el misterio del Santo del Codorníu. Pena de novela.